miércoles, 13 de marzo de 2013

El Ama, desnarigada.

Otro acto de vandalismo. Esta vez le toca al conjunto escultórico que inmortaliza a Gabriel y Galán pertrechado de sus personajes más famosos, el Ama y la Montaraza (bonita palabra salmantina). Hace poco tiempo contaba en el blog la historia del monumento levantado tras la muerte de uno de los hijos más ilustres de nuestra tierra salmantina, Gabriel y Galán, que puedes recordar aquí [El monumento a José María Gabriel y Galán].

  Estas esculturas han tenido que ser restauradas en más de una ocasión tras cebarse en ellas la estupidez humana, unas veces en forma de amputación de partes de dichas esculturas, otras por utilizarse las mismas como lienzos de grafiteros sin escrúpulos. En esta ocasión le ha tocado el turno a una de las acompañantes de Gabriel y Galán, el Ama, que luce como consecuencia la pérdida de la nariz como se puede ver en la foto. Espero que el Ayuntamiento de Salamanca no tarde en someter a una rinoplastia a la estatua afectada que devuelva la normalidad a su rostro junto con una buena restauración del conjunto escultórico.

El Ama

El Ama Gabriel y Galán Salamanca

 

Aquí mi homenaje a Gabriel y Galán reproduciendo parte del poema El Ama.

Yo aprendí en el hogar en qué se funda
la dicha más perfecta,
y para hacerla mía
quise yo ser como mi padre era
y busqué una mujer como mi madre
entre las hijas de mi hidalga tierra.
Y fui como mi padre, y fue mi esposa
viviente imagen de la madre muerta.
¡Un milagro de Dios, que ver me hizo
otra mujer como la santa aquella!
Compartían mis únicos amores
la amante compañera,
la patria idolatrada,
la casa solariega,
con la heredada historia,
con la heredada hacienda.
¡Qué buena era la esposa
y qué feraz mi tierra!
¡Qué alegre era mi casa
y qué sana mi hacienda,
y con qué solidez estaba unida
la tradición de la honradez a ellas!
Una sencilla labradora, humilde,
hija de oscura castellana aldea;
una mujer trabajadora, honrada,
cristiana, amable, carñosa y seria,
trocó mi casa en adorable idilio
que no pudo soñar ningún poeta.
¡Oh, cómo se suaviza
el penoso tragín de las faenas
cuando hay amor en casa
y con él mucho pan se amasa en ella
para los pobres que a su sombra vivien,
para los pobres que por ella bregan!
¡Y cuánto lo agradecen, sin decirlo,
y cuánto por la casa se interesan,
y cómo ellos la cuidan,
y cómo Dios la aumenta!
Todo lo pudo la mujer cristiana,
logró lo todo la mujer discreta.
La vida en la alquería
giraba en torno de ella
pacífica y amable,
monótona y serena...
¡Y cómo la alegría y el trabajo
donde está la virtud se compenetran!
Lavando en el regato cristalino
cantaban las mozuelas,
y cantaba en los valles el vaquero,
y cantaban los mozos en las tierras,
y el aguador camino de la fuente,
y el cabrerillo en la pelada cuesta...
¡Y yo también cantaba,
que ella y el campo hiciéronme poeta!
Cantaba el equilibrio
de aquel alma serena
como los anchos cielos,
como los campos de mi amada tierra;
y cantaba también aquellos campos,
los de las pardas, onduladas cuestas,
los de los mares de enceradas mieses,
los de las mudas perspectivas serias,
los de las castas soledades hondas,
los de las grises lontananzas muertas...
El alma se empapaba
en la solemne clásica grandeza
que llenaba los ámbitos abiertos
del cielo y de la tierra.
¡Qué placido el ambiente,
qué tranquilo el paisaje, qué serena
la atmósfera azulada se extendía
por sobre el haz de la llanura inmensa!
La brisa de la tarde
meneaba, amorosa, la alameda,
los zarzales floridos del cercado,
los guindos de la vega,
las mieses de la hoja,
la copa verde de la encina vieja...
¡Monorrítmica música del llano,
qué grato tu sonar, qué dulce era!
La gaita del pastor en la colina
lloraba las tonadas de la tierra,
cargadas de dulzuras,
cargadas de monótonas tristezas,
y dentro del sentido
caían las cadencias
como doradas gotas
de dulce miel que del panal fluyeran.
La vida era solemne;
puro y sereno el pensamiento era;
sosegado el sentir, como las brisas;
mudo y fuerte el amor, mansas las penas,
austeros los placeres,
raigadas las creencias,
sabroso el pan, reparador el sueño,
fácil el bien y pura la conciencia.
¡Qué deseos el alma
tenía de ser buena
y cómo se llenaba de ternura
cuando Dios le decía que lo era!

 

 

Gabriel y Galán cono fiesta Salamanca

3 comentarios:

  1. La verdad es que es una pena que haya gente que para hacer la gracieta hagan esos destrozos. Estas pobres esculturas tienen que estar ya bien de vuelta de todo, porque anda que no han tenido que sufrir gamberros. Como están ahí en la plazuela, tan cerca de todos, pues nada les toca. A ver si las restauran y las dejan descansar una temporada.

    Saludos!

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  2. Saludos, me presento: soy el juntaletras del blog "Crónicas de un maestro exiliado", y antes de nada quería darte las gracias por incluirme en tu blogroll (un empujoncito cuando se empieza en esto no viene nada mal).

    Te escribo porque en los últimos meses han aparecido unos cuantos blogs de salmantinos y, viendo que podría ser una buena oportunidad de hacer algo por Salamanca, me he animado a contactar con más gente para agruparnos y hacer fuerza, teniendo en cuenta primero a los que lleváis más tiempo en esto. ¿Cómo? Se me ha ocurrido crear, entre todos los que estén interesados, una especie de "Blogosfera Salamanca" que sirva de lugar de encuentro, un sitio donde conocernos y quizá coordinarnos para alguna actividad que se nos ocurra, principalmente por y para Salamanca.

    En un primer momento solo estoy sondeando a la gente; si la idea gusta (o se añaden cosas, se transforma con nuevas aportaciones, o incluso si cambia totalmente) podría irse concretando.

    Enhorabuena por el blog. Un cordial saludo de un charro exiliado.

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    Respuestas
    1. Muchas gracias maestroexiliado. Es interesante lo que planteas y si que me gustaría participar. Para lo que quieras ya sabes donde estoy ;) Saludos

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