Imagínate que vas a un bar a tomar una cerveza y el camarero te pregunta, ¿Qué cerveza quieres? Como es normal pedirás la cerveza que más te guste, puede que en ese momento te apetezca tomarte una Mahou, una Estrella Galicia o una Cruzcampo, o si eres más sibarita preferirás una Grimbergen, una Franziskaner o una Paulaner por nombrar algunas de las más conocidas. Como andas un poco escaso de efectivo preguntas el precio de cada una y el camarero te responde que todas valen lo mismo, 3€, pero como no estás dispuesto a pagar ese dinero por una Mahou que es lo que te apetece en ese momento te vas.
Nos encontramos con el mismo caso de las cervezas, no estoy dispuesto a pagar lo mismo por una cerveza Alhambra que por una Voll-Damm sin embargo voy al cine y el precio de la entrada es el mismo para todas las películas.
Sin haberme informado por las prisas, pero confiando en mi lógica imagino que al cine no le vale lo mismo "comprar" la película Mentiras y Gordas con un presupuesto de tres millones de Euros y sin ningún premio a destacar que Avatar con un presupuesto de 237 millones de Euros y ganadora de algún premio más para exhibirlas, lo mismo que a un bar compra la cerveza Damm a un precio distinto a la Kwak y no las vende después al consumidor con el mismo precio.
Pues con esta reflexión me despido hasta la próxima vez, se agradecen comentarios discutiendo el tema.
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Te dirán que el cine es arte, cultura y bla, bla, bla,... tu misma reflexión la he hecho yo mismo en infinidad de festivales de cine y al final acabé aborreciendo todo la industria del cine (que no el cine en si)
ResponderEliminarPara escapar de sus garras, me he pasado a los corotometrajes
a lo mejor lo de las cervezas no es lo más acertado, pero desde luego es un timo pagar lo mismo sin depender de calidades.
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